sábado, 6 de mayo de 2017

CLASE 5 - 05 / 05 / 2017 - Los 30 /40 - La Segunda Guerra Mundial


Hacia mediados de los años 40 se produjeron en el país importantes convulsiones sociales, la llegada de Perón al poder permitió que grandes sectores populares adquirieran por primera vez en la historia protagonismo en la vida política nacional y que hicieran su irrupción en el escenario social. Este fenómeno generó, en muchos casos, el rechazo de las clases medias y altas y una oposición política irreductible, que negó sistemáticamente legitimidad al régimen gobernante.



El mismo se da en el contexto de la producción industrial de nuestro país. Si tenemos en cuenta es estudio que hace Octavio Getino de esta época, nos encontramos con que él ordena esas producciones en dos grandes tendencias dentro de las cuales hay, a su vez, distintas variantes.

En primer lugar, habla de una tendencia burguesa, dentro de la que se inscribe la mayor parte de la cinematografía que se realiza en la llamada época de oro del cine nacional (’30 a ’50). Esta tendencia, según Getino, se subdivide en tres lineamientos productivos:


  • Un cine abiertamente burgués, destinado a ser consumido por clases dirigentes y medias, donde predominan las comedias ligeras, con protagonistas ingenuas, y decorados fastuosos. El principal representante de esta variante fue Francisco Mugica, con películas como Margarita, Armando y su padre (1939, Lumiton) o Los martes orquídeas (1941, Lumiton).

Bailando nace el amor (título original en inglés, You Were Never Lovelier) es una película musical hollywoodense, protagonizada por Fred Astaire y Rita Hayworth (que comparten cartel por segunda y última vez), y dirigida por William A. Seiter. Fue filmada en la ciudad de Buenos Aires y estrenada por Columbia Pictures en el año 1942.
El film es una remake de la película argentina 'Los martes, orquídeas', estrenada el año anterior, con la dirección de Francisco Mugica y un elenco conformado por Mirtha LegrandEnrique SerranoZully Moreno y Juan Carlos Thorry.


  • Un cine estetizante, influenciado por la cinematografía europea. Algunos realizadores se formaron en Francia, como Luis Saslavsky, quien filma películas como La fuga (1937, Productora Pampa)Carlos Hugo Christensen se inscribe en esta tendencia. Su cinematografía está influenciada tanto por el expresionismo alemán como por latendencia literaria del cine francés. Y planteamos, tal vez discutiendo con Getino, que este realizador merece estar en las páginas de cualquier libro de historia del cine nacional.(Ariadna García Rivello propone como hipótesis acerca de su ausencia en la obra de Getino, que quizás haya un recorte ideológico por parte del autor, ya que éste, profundamente vinculado con el pensamiento peronista, y habiendo sido Christensen un autor que fue prohibido por ese gobierno (en parte a raíz de haber filmado una película profundamente anclada en el pensamiento cristiano, María Magdalena (1954, Argentina Sono Film) justo cuando Perón se distancia de la iglesia católica y se generan incidentes (entre los años ’54 y ’55) que terminan por provocar el gobierno de facto de la autodenominada Revolución Libertadora.)


  • Un cine de mistificación popular, que centra su problemática en la pequeña burguesía urbana, cuyo representante más claro es Luis César Amadori, con películas como Hay que educar a Nini (1940, Argentina Sono Film).


  • En segundo lugar, aborda una tendencia que denomina popular, que en continuidad con la propuesta cinematográfica de Ferreyra, describen la fisonomía nacional respetando los valores populares. Dentro de esta tendencia popular, Getino va a plantear dos variantes:
  • Una tendencia popular rural, cuyo principal representante es Mario Sofficimostrando los dramas de la vida rural, los conflictos del campo y la explotación de los trabajadores agrarios. Películas como Viento Norte (1937, de Argentina Sono Film), Km 111 (1938, de Argentina Sono Film) y Prisioneros de la tierra (1939, Productora Pampa),resultan, para Getino,  paradigmáticas.

  • Una tendencia popular urbana, que pone en evidencia la problemática cotidiana del hombre de ciudad. El representante clave de esta tendencia es Leopoldo Torres Ríos, con su film La vuelta al nido (1938, productora A. Z. Wilson), con grandes innovaciones en el lenguaje audiovisual, que hicieron de esta película un fracaso comercial. Con el paso del tiempo se le da la trascendencia que tiene a un film muy avanzado a los tiempos y modos de realización predominante en el período estudiado.


Bibliografía: 

El cine de Carlos Hugo Christensen: entre la producción industrial y la alteridad cultural Por Ariadna García Rivello http://www.hamalweb.com.ar/2010/agenda_cont.php?id=5

Getino, O. (1998) El auge del cine nacional, en Cine argentino entre lo posible y lo deseable. Ed. Ciccus. Argentina. (p.16) E
Domingo Di Nubila, Historia del cine argentino, Ed. Cruz de Malta, Buenos Aires, 1959.
Tzvetan Todorov, La conquista de América, ed. Siglo XXI.
Carlos O. García, “Carlos Hugo Christensen, Revelación del melodrama”, en Cine argentino. La otra historia, comp.: Sergio Wolf, Ediciones Buena Letra, Buenos Aires, 1994.
Mario Gallina, Carlos Hugo Christensen, Historia de una pasión cinematográfica, Producciones Iturbe, CABA, 1997.

LOS AÑOS ´40: LA DÉCADA SINIESTRA


Desde que el 1 de septiembre de 1939 estallara la Segunda Guerra Mundial, en lo que a industria cinematográfica se refiere, la realidad se convierte en la principal inspiración de la ciencia ficción.

Los 11 Principios de Goebbels


Principio de simplificación y del enemigo único.Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio.Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Principio de la transposición.Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.

Principio de la exageración y desfiguración.Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización.Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

Principio de orquestación.La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".

Principio de renovación.Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

Principio de la verosimilitud.Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias
.
Principio de la silenciación.Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión.Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Principio de la unanimidad.Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.



Por esas curiosidades históricas, también, el 1 de septiembre de 1939 se inauguraba el Festival Internacional du Film (Cannes), poniendo fin al festival que tan solo duró un día y que no se retomó hasta el fin de la contienda.
Ya desde los primeros combates, y el efecto de sus atrocidades, no lograron que ni las películas más evasivas pudieran conseguir que los espectadores pudieran olvidarlo. 
Hollywood hizo la mayor apología de la conflagración: protagonizaron anuncios para la compra de bonos de guerra, realizaron documentales sobre el conflicto y 23.000 profesionales de la industria cinematográfica estadounidense se alistaron en las fuerzas armadas. Fue entonces cuando el cine bélico y “didáctico” (enseñando quienes son los buenos y quienes los malos) comenzó su edad dorada, que tuvo en laSegunda Guerra Mundial su principal escenario, llegando hasta los años ´60.
La producción cinematográfica Alemana, fue mucho menos alusiva a la barbarie del conflicto que la industria estadounidense. La pantalla alemana osciló entre  la propaganda antibritánica y antisemita de los noticieros y las películas de ficción.
Con la cinematografía alemana en crisis, el cine francés se convierte en el más importante en Europa. Aunque había perdido su inicial posición a la cabeza del cine universal tras la desaparición de Pathé-Gaumont, Francia seguía teniendo la industria cinematográfica más sobresaliente del Viejo Continente. Allí encontramos a directores vanguardistas y a otros que cultivan un cine más convencional; perviven y se consolidad clásicos procedentes del período mudo (Jean Renoir, René Clair, Jean Vigo…) y surgen nuevos nombres. Al público francés le gustaba mucho su propio cine, lo cual ayudó bastante al desarrollo y a la consolidación de la industria cinematográfica francesa como la única en Europa capaz de oponerse un poco al predominio norteamericano.
La cinematografía británica siempre ha sido mantenido estrechas colaboraciones con Hollywood, con un intercambio constante de técnicos, directores, guionistas y actores. En los años treinta, las figuras más importantes son Alfred Hitchcock y Alexander Korda. No obstante, la poderosa llamada de la industria Hollywoodiense acabaría por atraer a Hitchcock, quien previamente realizó películas en su etapa británica como Treinta y nueve escalones (1935). A demás, los treinta confirmaron que los británicos eran ya entonces unos maestros del documental y del cine informativo, con el saber hacer de directores como Robert Flaherty.
En cuanto a Italia, en un contexto político marcado por el régimen fascista de Mussolini, su cinematografía se ve marcada con un cariz propagandístico, lo que impide que florezca como en países vecinos. No ocurre lo mismo en la Unión Soviética que, a pesar de las imposiciones ideológicas del régimen, los cineastas logran desarrollar su trabajo con mejores frutos. No obstante, la presión política ejercida sobre los creadores obliga en ocasiones, por ejemplo a ensalzar la figura de Stalin.
En otros rincones del mundo la historia del cine también sigue su curso, aunque sin mucha repercusión en Europa o Estados Unidos. El cine japonés es prácticamente desconocido en Occidente en aquellos años, aunque la década de los treinta ya cuenta con autores importantes. No será hasta décadas después cuando el cine japonés u oriental comience a expandirse por el resto de culturas y a influenciar las maneras occidentales de hacer cine.

HISTORIA DEL FESTIVAL DE CANNES
El Primer festival de cine internacional anual del mundo se inauguró en Venecia en 1932. Hacia 1938, el Festival de Cine de Venecia se había convertido en un vehículo para la propaganda fascista y nazi, con Benito Mussolini en Italia y Adolf Hitler en Alemania dictando las candidaturas de películas y compartiendo los premios entre ellos. 
Indignada, Francia decidió organizar un festival de cine alternativo. En junio de 1939, se anuncia en París el festival de cine de Cannes, que se celebrará del 1 al 20 de septiembre.
Cannes, una ciudad elegante de playa, se encuentra al sureste de Niza, en la costa mediterránea. Uno de los casinos de la ciudad turística se acuerda que sea la sede del evento.
Se seleccionaron las películas y los cineastas y las estrellas comenzaron a llegar a mediados de agosto. Entre las selecciones americanas era el mago de Oz. Francia ofreció El nigeriano, y Polonia El Diamante Negro. La URSS trajo el acertadamente titulado Mañana, es la guerra.
En la mañana del 01 de septiembre, día en que el festival iba a comenzar, Hitler invadió Polonia. En París, el gobierno francés ordenó la movilización general, y el festival de Cannes fue cancelada después de la proyección de una sola película: del director estadounidense William Dieterle alemán El jorobado de Notre Dame. Dos días más tarde, Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Alemania.
Segunda Guerra Mundial duró seis largos años. En 1946, el gobierno provincial de Francia aprobó un renacimiento del Festival de Cannes como un medio para atraer a los turistas de vuelta a la Riviera francesa. 
El festival comenzó el 20 de septiembre de 1946, y estuvieron representados 18 países. El programa del festival incluye, del director estadounidense austríaco Billy Wilder The Lost Weekend, del director italiano Roberto Rossellini Roma, ciudad abierta, el director francés René Clement The Battle of the Rails, y el director británico David Lean Breve encuentro. En la primera de Cannes, los organizadores pusieron más énfasis en la estimulación creativa entre producciones nacionales que en la competencia. Nueve películas fueron honrados con el premio principal: Gran Premio del Festival.
El Festival de Cine de Cannes tropezó a través de sus primeros años; los 1.948 y 1.950 festivales fueron cancelados por razones económicas. En 1952, el Palais des Festivals se propuso como un hogar permanente para el festival, y en 1955, la Palme d'Or (Palma de Oro) se convierte en el Premio a la mejor película del festival. En los años 1950, el Festival International du Film de Cannes llegó a ser considerado como el festival de cine más prestigioso del mundo. 
Todavía tiene ese atractivo hoy en día, aunque muchos lo han criticado como demasiado comercial. Más de 30.000 personas acuden a Cannes cada mes de mayo para asistir al festival, cerca de 100 veces el número de devotos de la película que se presentó durante los primeros Cannes en 1946.

El cine de los años 40
Es difícil establecer una unidad en el cine de los 40, pues existen tres períodos:
El primero comprende los años 1940 y 1941, antes de que Estados Unidos entrara en la guerra. 
El segundo abarca hasta el final de la guerra en 1945. 
El tercero es la posguerra y la recuperación de los cines nacionales europeos.


El fenómeno más importante de estos años es la consolidación del cine negro.La primera persona que empleó el término Film Noir (cine negro) fue el crítico de cine Nino Frank, el cual comenzó a utilizarlo en sus artículos sobre películas del Hollywood de los años 40. Estas películas estaban marcadas por la prohibición, la gran depresión y la Guerra Mundial, y solo entraron al mercado europeo después de que ésta terminara.
La influencia europea: Los orígenes del cine negro no se encuentran tan solo en el cine, sino que pueden trazarse hasta otros medios artísticos; la iluminación característica de este género, por ejemplo, está fuertemente relacionada con la tradición técnica del claro oscuro y el tenebrismo, y su estética, por otro lado, está claramente vinculada al expresionismo alemán de principios del siglo XX que comprendía desde el cine, el teatro, la fotografía y la pintura hasta la escultura y la arquitectura.
La primera voz que desde América se alzó contra los nazis fue la de Charles Chaplin en El gran dictador (1940). Curiosamente, Chaplin era el único cineasta que todavía no había aceptado el cine «hablado» y ésta fue su primera película hablada, en la que hace un discurso de siete minutos. 

Hollywood como refugio: el cine de los exiliados 
La novia de FrankensteinRobin de los bosquesNinotchkaPerdiciónSolo ante el peligroCon faldas y a lo locoCasablanca Todos estos títulos figuran entre las mejores y más grandes películas que nacieron en la época dorada del Hollywood clásico, entre los años 30 y 60 del siglo XX, pero tienen además una característica en común: en todas ellas intervinieron actores, directores o músicos que se establecieron en Los Ángeles huyendo del régimen nazi y de la persecución a las judíos que se desató en Europa antes y durante la Segunda Guerra Mundial. La meca del cine fue, por tanto, su refugio y el lugar en donde pudieron desarrollar libremente su enorme talento.
Este es el tema central que analiza y desarrolla el documental Exiliados: de Hitler a Hollywood, un filme dirigido por Karen Thomas y narrado por Sigourney Weaver, en el que se repasa la odisea que vivieron estos cineastas centroeuropeos y su gran contribución a la industria norteamericana.
Se calcula que más de 800 artistas relacionados con el cine tuvieron que emigrar forzosamente desde Alemania a Estados Unidos a partir de los años 30, coincidiendo con el ascenso al poder de Adolf Hitler. Actores como Peter Lorre; directores como Billy WilderOtto PremingerFred Zinnemann o Robert Siodmak; músicos como Erich Korngold, decoradores, guionistas, operadores de cámara… Prácticamente todas las ramas de la producción cinematográfica se nutrieron de la aportación de centenares de profesionales que llegaron del otro lado del océano.
Como recuerda el documental, durante los años 20 se vivió la década dorada de la cinematografía alemana. Películas como El gabinete del doctor Caligari  demuestran la calidad, pujanza e inventiva que tenía en esa época el cine germano. Gracias al trabajo del productor Erich Pommer al frente de los estudios UFA, se dieron a conocer nombres como Ernst Lubitsch o Fritz Lang, el director de Metrópolis, un filme que, curiosamente, era uno de los preferidos de Hitler. Títulos como El ángel azul lanzaron internacionalmente a estrellas como Marlene Dietrich y películas como Asfalto, dirigida por Joe May, anticiparon toda la estética del cine negro que posteriormente se desarrolló en Hollywood.
A partir de 1933, con la llegada de Adolf Hitler, la mayoría de los cineastas de origen judío fueron despedidos de sus trabajos. Comenzó así un largo y doloroso periplo para muchos de ellos. París fue una primera escala para guionistas y directores como Billy Wilder, los hermanos Robert y Curt Siodmak o el compositor Frederick Hollander que, posteriormente, se trasladarían a Hollywood.
Sin embargo su incorporación a la industria norteamericana no fue nada fácil. El documental cuenta las dificultades que tuvo un director tan meticuloso como Fritz Lang para adaptarse al sistema de estudios. Joe May, otro de los grandes pioneros del cine alemán, realizó con poco éxito Music in the Air con Gloria Swanson. Más suerte tuvo el compositor Franz Waxman, que en 1935 triunfó con su partitura de La novia de Frankenstein.
Una vez en Hollywood, estos exiliados se ayudaron unos a otros recaudando dinero para que familiares y amigos pudieran escapar de Alemania. Cuando estalló la guerra, algunos de ellos, como Peter Lorre Michael Curtiz, trabajaron en películas de propaganda bélica, claramente antinazis, como la mítica Casablanca.




EL CINE EN EUROPA

Las Dictaduras europeas


Propaganda en el cine Nazi y Fascista

Hitler y Mussolini entrevieron en el cine un modo para difundir sus extremismos




A partir de 1933, Josef Goebbel, ministro de Propaganda de Hitler, canaliza las medidas destinadas a propagar la gloria nacionalista alemana. Considerado el medio idóneo para esta política, el cine es controlado por Goebbel, que crea un organismo de censura, prohíbe la crítica cinematográfica y absorbe la totalidad de los estudios de filmación.

La asfixiante situación, agravada por el racismo y la violencia crecientes, provoca el éxodo de figuras como Fritz LangPeter Lorre entre otros.



Con la guerra la producción se centralizaba en noticiarios y en filmes sobre campañas a otros países, verdaderos vehículos de propaganda que, bajo la aparente fidelidad a la realidad, ensalzan la imagen de las fuerzas de guerra.


En la ficción en cambio, despliegan su estrategia desde distintos frentes:
Los filmes de montaña, que hacían de la pureza y la perfección del paisaje una metáfora del ideal ario.


Las Historias ejemplares para la juventud que exaltan las virtudes del nazismo.
La revisión de la figura de Federico el Grande.
Las comedias musicales que manipulaban los símbolos de la cultura popular.
Pero fueron los documentales de Leni Riefenstah(El triunfo de la voluntad , 1936, y Olimpia, 1943) los ejemplos más acabados de la ideología nazi.


DISCURSO DE HITLER


OLIMPIA 1ª parte (1936)


OLIMPIA 2ª parte (1936)


LENI RIEFENSTAHL vista por Roman Gubern


La obra fílmica de L. Riefenstahl vista por R. Gubern. Leni crea el documental en la época en la que aún no existía la TV.
Leni nació en Berlin, en 1902. Se inició en el cine como actriz y posteriormente pasó a la dirección con Das Blaue Licht (La luz azul, 1932) que, tras ser premiada en el Festival de Venecia, la lanzó a la fama internacional.
A través de Rudolf Hess, Hitler le ofreció filmar la concentración del Partido Nazi en el Campo Zeppelin de Nüremberg en 1933, ya que el dictador se había quedado muy impresionado con el primer trabajo de Leni como directora cinematográfica en Das Blaue Licht (La Luz Azul, 1932). Riefenstahl aceptó la propuesta y realizó lo que hoy se conoce como La Trilogía de Nüremberg, formada por:

Der Sieg des Glaubens (Victoria de Fe, 1933)

Triumph des Willens (El triunfo de la voluntad, 1934)

Unsere Wehrmacht (Día de Libertad: Nuestras Fuerzas Armadas, 1935)

La Trilogía de Nüremberg de Riefenstahl es uno de los documentales político-propagandísticos más efectivos jamás filmado.

Su siguiente obra importante como directora fue el megadocumental de más de cuatro horas de duración Olympia (Parte I Festival de las Naciones y Parte II Festival de la belleza, 1938), en la que filmó los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, conocidos como las Olimpiadas de Hitler. Verdadero hito cinematográfico ya que nunca antes se habían filmado unos JJ.OO. 
Sobre este film pesa la controversia de ser también un trabajo propagandistico a favor del régimen nazi, debido a su alto contenido político. Aunque cabe destacar los avances técnicos y de producción utilizados por Riefenstahl en estos trabajos, siendo pionera en la utilización de medios y formas de rodaje y post produción muy recurrentes hoy día en las producciones audiovisuales, pero indudablemente innovadoras en la época.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Leni Riefenstahl tuvo problemas en su vida privada, su matrimonio fracasó y además el gobierno francés se empeñó en enjuiciarla. Riefenstahl rechazó estar vinculada con el régimen Nazi, aduciendo que sus filmes y trabajos sólo fueron producto de cualquier servicio profesional contratado y que ella cumplió de acuerdo a las directivas nazis y no haciendo una apología de convicciones personales.

Sin embargo, estas apologías aún son objeto de controversia debido al alto grado de vinculación que tuvo con los altos círculos nazis y es un hecho de que ella nunca pudo desprenderse del estigma del Nazismo. También se la señaló como amante de Hitler, hecho que ella negó, limitándose a reconocer que el líder alemán la pretendió en alguna ocasión sin que ella aceptase. Más tarde rechazó los horrores del nazismo.

Finalmente en 1948, fue eximida de culpabilidad; no obstante, se le confiscaron todos sus bienes.

A partir de la década de 1950, Riefenstahl inició una nueva y estimulante etapa profesional, esta vez como fotógrafa. A finales de la década siguiente produjo una detallada y bella documentación fotográfica sobre un pueblo africano, los Nuba, y en años posteriores realizó varias producciones sobre la vida submarina. Su estilo fue imitado por varios fotógrafos de revistas de gran tirada.

Aun en su senectud, Leni desarrolló una gran actividad en pro de su arte, llegando a sufrir accidentes que le dejaron con problemas dorsales.

Su vida fue plena en vivencias y amor al arte fotográfico el cual constituye su más preciado legado.

Riefenstahl falleció a los 101 años en su casa de Poecking, a bordo del «Starnberger See», en Baviera. La cineasta, que padecía cáncer y problemas dorsales, falleció mientras dormía, tras un progresivo deterioro de su salud.





El cine español del franquismo

La dictadura impone modelos morales, religiosos y patrióticos para exaltar los valores delnuevo joven español.


En 1939, con la victoria nacional de los grupos comandados por Francisco Franco, de ahí en más el Generalísimo, el gobierno español se decidió a apoyar un nuevo cine destinado a "exaltar los valores raciales y las enseñanzas de los nuevos principios morales y políticos".
RAZA
Por Claudio España
En 1940, un libro cinematográfico llegó a manos de José Luís Sáenz de Heredia  (Madrid, 10 de abril de 1911 – 4 de noviembre de 1992), director de cine y uno de los más considerados realizadores de la España del franquismo. En 1941, ese guión se convirtió en una película, Raza. El texto aparecía firmado por un Jaime de Andrade y se basaba sobre su novela de igual título.Jaime de Andrade era en realidad el generalísimo Francisco Franco, dato conocido más tarde. El literato contaba allí, en un tono autobiográfico que exaltaba los valores nacionales vencedores en la guerra civil, la vida de su familia. Era el hogar de los Churruca, cuya historia comenzaba hacia 1897 y llegaba hasta los confines de la guerra civil, con la manifestación de la vida feliz que les siguió, siempre y cuando los ideales hubieran estado atados al carro de los triunfadores.
La producción fue generosa en términos económicos y visuales y la imagen se despliega entre interiores y exteriores de prolija confección; el relato, aun con algunos flashbacks, se caracteriza por una franca linealidad y por un mensaje unívoco, de fácil explicación y tan comprensible para cualquiera, que Raza, el film, se convirtió en un enorme éxito de público. Con esta obra, Sáenz de Heredia –su carrera futura quedó bien establecida- inauguró un género: el cine político de marcada subjetividad y tendencioso en la exposición de ideales patrioteros y en retratos humanos de forzado maniqueísmo. Ni siquiera resultó verdadero en la expresión autobiográfica de la narración: Franco pretendía exponer en esas secuencias su vida personal mediante la figura de su padre que, en la vida real, fue un adalid del liberalismo y enemigo de los procederes de su hijo. En Raza actuaban Alfredo Mayo, Ana Mariscal –siguió su carrera en la Argentina-, José Nieto, Blanca de Silos y Raúl Cancio.
Claudio España pag. 200 – Revista La Nación – Cien años de Cine – 1995.
Raza es un compendio del cine de propaganda de los primeros años del franquismo y relata la vida de una familia sospechosamente parecida a la del dictador español. Raza es ideología en estado puro. Nunca se escuchó la palabra "patria" tantas veces durante una película. En una de las escenas más dramáticas, los republicanos asesinan a unos curas a la orilla de una playa. La imagen de las mujeres, también encaja con la moral franquista: la madre es una devota católica y el protagonista tiene una enamorada a la que sólo besa en la frente.


Raza ha sido criticada en un libro corto monográfico de Román Gubern Raza: Un ensueño del general Franco, de 1977.
Gubern psicoanaliza el guion de Franco a la luz de la doctrina de Alfred Adler, afirmando que Raza es una sobrecompensación en la cual Franco supera simbólicamente lo que consideraba como deficiencias y defectos propios y de su familia. Por ejemplo: Pedro, el personaje de Raza, sería la proyección de Ramón Franco, el hermano republicano de Franco
que tras lustros de dar disgustos a su familia por sus ideas izquierdistas terminaría luchando y muriendo en el bando nacional. El estudio más pormenorizado de la película se encuentra en el libro de la historiadora francesa de cine Nancy BerthierLe franquisme et son image. Cinéma et Propagande, Toulouse, PUM, 1998, versión abreviada de una tesis doctoral defendida en la Sorbona en 1994. En las 100 primeras páginas del libro, se procede a un análisis de la película en su contexto. La autora se vale de documentos de gran valor totalmente inéditos para documentar el procesos de producción y distribución de la película (archivos de Muñoz Fontán recogidos en los archivos de la guerra civil, archivos del ministerio de asuntos exteriores, etc.).
Bibliografía


El cine libertario
Al estallar la guerra civil española en julio de 1936, el sindicato anarquista CNT socializó la industria del cine en España. 
En Madrid y Barcelona los trabajadores del cine asumieron, a través del sindicato, los bienes de producción y se produjeron numerosas películas. Esto dio lugar a un período único que no se ha vuelto a producir en ninguna otra cinematografía mundial. 

Pese a que el país estaba sumido en una cruenta guerra, entre 1936 y 1938 se rodaron y estrenaron películas de muy variada temática: dramas sociales, comedias musicales, filmes de denuncia y documentales bélicos. Todas ellas componen un variado mosaico que da lugar a uno de los momentos más insólitos y originales de la cinematografía española. 

A través de la opinión de distintos expertos, así como del testimonio del director de fotografía y restaurador español, Juan Mariné, el documental recorre cada una de las producciones que constituyen un legado excepcional de la cinematografía española. Fue un periodo muy efímero durante el cual los guionistas, los directores, los técnicos y los actores españoles demostraron una de las máximas del mundo del espectáculo: pese a los bombardeos, el hambre y el drama de la guerra, el espectáculo debía continuar, y continuó.





Trabajo de investigación para la próxima clase
Analice, enfrente, investigue:
LOS 11 PRINCIPIOS DE  GOEBBELS
LAS 10 ESTRATEGIAS DE LA MANIPULACIÓN DE MASAS  -NOAM CHOMSKY /SYLVAIN TIMSIT
Ejercite una conclusión.




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