sábado, 16 de marzo de 2013

ANEXO CLASE N° 1 ANIMACIÓN


Cine de Animación en el Período Mudo

Definición de animación

La definición correcta de la palabra animación proviene del latín, lexema «anima» que significa «alma». Por tanto, la acción de animar se debería traducir como «dotar de alma», refiriéndose a todo aquello que no la tuviera.

Según el animador norteamericano Gene Deitch, «“animación cinemática” es el registro de fases de una acción imaginaria creadas individualmente, de tal forma que se produzca ilusión de movimiento cuando son proyectadas a una tasa constante y predeterminada, superior a la de la persistencia de la visión en la persona.»

El primer intento que se conoce de una animación mediante la proyección de imágenes data de 1640, cuando el alemán Athanasius Kircher inventó el primer proyector de imágenes, la «linterna mágica», en la que, mediante grabados en cristales, era capaz de proyectar diferentes fases consecutivas del movimiento, cambiando los cristales de forma mecánica. En una de sus proyecciones representaba a un hombre mientras dormía, abriendo y cerrando la boca.

Dato Curioso:
En México, no se conoció la “linterna Mágica” hasta 1805 y coincide con la llegada del alemán Andrew Oehler, quien muestra en la ciudad de México unas proyecciones similares a las que se estaban haciendo en París. Pero Oehler no contó por esa época todavía quedaban residuos de la mentalidad de la Santa Inquisición. Después de la segunda exhibición, se empieza a correr la voz de que están exhibiendo imágenes espantosas en un lugar público en la ciudad de México y el gobierno lo apresa, lo manda a la cárcel y después de muchas peripecias es liberado al aclarar que simplemente era una ilusión óptica y mecánica de proyección de imágenes.




Surgimiento en Francia
La animación apareció antes que el propio cinematógrafo. En 1888 el francés Émile Reynaud, padre del cine de animación, inventó el praxinoscopio, uno de los muchos juguetes ópticos de la época, en el cual se utilizaba una técnica pre-cinematográfica de animación. 

Posteriormente lo perfeccionó con su teatro óptico, que permitía proyectar películas animadas dotadas de argumento en una pantalla para un público y, acompañadas de música y efectos sonoros, mantuvo un espectáculo de dibujos animados desde 1892 hasta finales del siglo XIX. De su producción, en la actualidad se conserva ¡Pobre Pierrot!, de 12 minutos de duración.




El siguiente pionero del cine de animación fue el francés Émile Cohl, que desde 1908 realizó los primeros cortometrajes de dibujos animados, entre los que se destaca Fantasmagorie, de un minuto y veinte segundos de duración.




Otro pionero fue George Méliès, el cual utilizó en sus filmes abundantes efectos realizados con técnicas de animación.

Durante el cine mudo

Durante la época del cine mudo y los primeros años del cine sonoro aparecieron las principales formas del cine de animación.
Entre medias, infinitas modalidades, desde los cuentos tradicionales en siniestros muñecos animados por Ladislaw Starewicz hasta el "reportaje animado" sobre el hundimiento del Lusitania deWinsor McCay.









Por un lado, las películas más comerciales, destinadas al público masivo, como las producidas por Walt Disney o las que incluían personajes como Popeye o Betty Boop, y por otro lado artistas de vanguardia que contemplaron la animación como una extensión de las artes plásticas y realizaron obras experimentales (Oskar Fischinger, Len Lye, etc.).



Largometrajes de animación

El primer largometraje de animación fue mudo y argentino El apóstol (1917) de Quirino Cristiani, película que se ha perdido porque el celuloide en el que había sido revelado fue utilizado posteriormente, siguiendo la costumbre de la época, en la fabricación de peines.
El apóstol fue una película de animación muda y en blanco y negro escrita, producida y dirigida en Argentina por el realizador Quirino Cristiani estrenado el 9 de noviembre de 1917. Es una sátira política dirigida al entonces presidente de Argentina, Hipólito Yrigoyen y tiene la particularidad de ser la primera película de animación de la historia del cine.
Es un film del cual no quedan copias en la actualidad —aunque sí se conservan algunas pocas imágenes— ya que algunas se perdieron en un incendio en 1926, y otras al ser reciclado, como era habitual en la época, el celuloide para la fabricación de peines.
Para el film se utilizaron 58 mil dibujos en 35 mm (a razón de 14 cuadros por segundo ), además de varias maquetas que representaban edificios públicos como el Congreso de la Nación Argentina, la Aduana de Buenos Aires y el edificio de Obras Sanitarias de la Nación, además de anegar las calles de la ciudad.
Los antecedentes a este film están en los cortos políticos de animación cuadro a cuadro que el autor realizaba para Actualidades Valle(producidos en los laboratorios. En estos cortos, Cristiani utilizaba una serie de figuras de cartón que fotografiaba en la azotea de su domicilio, para aprovechar la luz natural, como se hacía en la época. Intervinieron en la confección del filme Quirino Cristiani como dibujante, Andrés Ducaub como modelador y Diógenes Taborda como bocetista.






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