ARGENTINA
El cine industrial va entrando en crisis y tanto los nuevos
directores como quienes se formaron en los equipos de rodaje del viejo sistema
de géneros procuran un ingreso en la modernidad:
Descubren el silencio, se pierden en los laberintos de
la ciudad verdadera, retratan a la juventud existencial, se proponen audacias
temáticas y narrativas, y nuevamente recurren a la literatura nacional (Borges,
Cortazar, David Viñas, Osvaldo Dragún, Betriz Guido). Se habla de
un Nuevo Cine Argentino, llamado con los años Generación
del ’60.
Otros, muy prolíficos como Enrique Carreras o Julio
Saraceni, sostienen el viejo modelo de los estudios.
Lejos quedo la época dorada del cine argentino, la década
que va desde el 33 hasta los 43. A partir de este año se produce una fuerte
declinación en la industria nacional. Diversas son sus causas podemos
mencionar, en primer lugar el interés de los EE.UU de eliminarnos como
competencia en esta región y de ahí favorecer al cine mexicano. La Argentina se
había desarrollado en su industria cinematográfica como en otros sectores y
esto desafiaba las intenciones comerciales estadounidenses en la región. El haberse
declarado, en la Segunda Guerra Mundial, la Argentina como país neutral, fue el
disparador para no proveer película virgen, único país EE.UU proveedor a través
de Eastman Kodak ya que los otros productores de material fílmico se
encontraban comprometidos en la guerra y todo el material vinculado con la
nitrocelulosa se dirigía a la producción bélica.
En segundo lugar no podemos soslayar que esa crisis también fue producto de una mala administración por parte de los empresarios que dilapidaron todas sus ganancias de la época dorada sin haber hecho inversiones ni siquiera para mejorar o mantener las salas adecuadas para un público cada vez más exigente.
En tercer lugar debemos mencionar a la crítica especializada de la época, tampoco ayudaba a la industria ya que se inclinaba más hacia el cine europeo o americano considerando de mal gusto las comedias o melodramas tangueros de producción nacional.
Esta crisis que llevo al borde de la extinción a la cinematografía argentina fue atenuada en parte por la cuota de pantalla que obligaba a los exhibidores a incluir películas nacionales cada tantas extranjeras y a ayudas económicas a través de créditos blandos.
Octavio Getino (1998) Cine argentino entre lo posible y lo
deseable. Historia y Dependencia .4: La hora de los “logreros” (1943-1955) p.
20.y 5: “Nuevo Cine” y desarrollismo (1955-1966) Ed. Ciccus. Argentina
http://www.alejandragetino.com.ar/octavio_getino/CINE_ARGENTINO.pdf
http://www.alejandragetino.com.ar/octavio_getino/CINE_ARGENTINO.pdf
La Generación del 60
Por David Oubiña.
Revista La Nación - Cien años de Cine - 1995
Con la caída del gobierno de Perón en 1955,
desaparece también una política proteccionista en materia cinematográfica. la
falta de créditos, la decadencia de los estudios, la disminución de la
producción y el aumento de films extranjeros son la marca visible de una
industria en bancarrota. Dentro de este contexto de parálisis y -a la vez- de
supuesta libertad de expresión, se desarrollaron los cineclubes (Gente de
Cine, fundado en 1942, y Núcleo) y las revistas especializadas
(Gente de Cine, Tiempo de Cine y Cinecrítica, entre
otras).
Esta posibilidad de acceder a los nuevos films y a las
nuevas teorías que provenían de Europa contribuyeron a la renovación de la
crítica cinematográfica e inspiraron formas nuevas de entender el cine.
Entre fines de la década del cincuenta y medidos de la
del sesenta, surge un gran número de productores independientes y de nuevos
realizadores, guionistas, actores, técnicos y críticos formados en el
cortometraje y los cineclubes.
Bautizados tardíamente con el nombre de la generación
del 60, este fenómeno heterogéneo agrupa diferentes estilos que nunca
enarbolaron un programa conjunto ni pretendió constituirse como movimiento.
A pesar de las diferentes temáticas y estilos entre
los distintos directores, es posible advertir en todos ellos un espíritu común
que frecuentemente se definió como búsqueda de autenticidad o búsqueda
de una fisonomía nacional y que se formulaba como enfrentamiento
entre un cine de expresión y un cine espectáculo.
Cine urbano, cosmopolita, moderno, influido por las nuevas corrientes
europeas-sobre todo, la Nouvelle Vague y el Neorrealismo- ,
la Generación del 60 pretende romper con el cine de estudios (los géneros,
el star sistem, el amusement "entretenimiento") y busca,
para eso, el padrinazgo de directores como Fernando Ayala, Leopoldo Torre
Nilsson y Fernando Birri.
Esta diversidad de intereses, este pluralismo
expresivo ( tal lo caracteriza Simon Feldman en su libro La Generación
del 60) costituyó, durante pocos años, una estimulante renovación dentro del
cine argentino. Sin embargo, la ausencia de un programa conjunto, cierta
resistencia del público a las nuevas propuestas, la incapacidad para organizar
alternativas de distribución exhibición desgastaron el entusiasmo
inicial.
En 1966, el golpe de Estado que derrocó al presidente
Ilia terminó por clausurar las ya debilitadas propuestas del nuevo cine.
El "Boom " de la novela
latinoamericana
Durante la década del sesenta se produjo un crecimiento
notable de la literatura latinoamericana, que decantó en un vasto
reconocimiento mundial, tanto desde la crítica especializada como desde el
público. La aparición de por lo menos una docena de excelentes novelas que
poblaron un espacio antes desierto, dio pie a una renovación de nuestras letras
y logró llevar nuestra literatura alrededor del mundo.
El escritor chileno José
Donoso, en su Historia personal del boom, señala sobre el
surgimiento de este fenómeno que "... quizás valga la pena
comenzar señalando que al nivel más simple existe la circunstancia fortuita,
previa a posibles y quizás certeras explicaciones histórico-culturales, que en
veintiuna repúblicas del mismo continente, donde se escriben variedades más o
menos reconocibles del castellano, durante un período de muy pocos años
aparecieron tanto las brillantes primeras novelas de autores que maduraron muy
o relativamente temprano - Vargas Llosa, Carlos Fuentes, por ejemplo - y casi
al mismo tiempo las novelas cenitales de prestigiosos autores de más edad -
Ernesto Sábato, Onetti, Cortázar -, produciendo así una conjunción
espectacular".
En un corto período de
apenas seis años surgieron, entre otras, novelas como La muerte de
Artemio Cruz, La ciudad y los perros, La Casa Verde, El astillero, Paradiso,
Rayuela, Sobre héroes y tumbas, y Cien años de
soledad.
Lo que caracteriza a la
mayoría de los escritores que se ubican dentro del 'boom', es que se trata de
intelectuales exiliados de sus países, que desde Europa tomaron parte de la
causa latinoamericana (lo cual les valió sus críticas), y se hicieron eco de ella.
Vargas Llosa diría años más tarde que "había llegado a Europa siendo
peruano, y allí me descubrí latinoamericano". Esta necesidad de
comulgar con el sentimiento de pertenencia a una cultura que les era común, aún
con sus diferencias regionales, terminó por conformar un grupo de lucha que
tomó parte activa en los reclamos por las libertades, los derechos humanos, y
la Revolución Cubana y Nicaragüense.
Aun cuando no es claro
cuándo comienza y termina exactamente el fenómeno, se ubica dentro de él a un
grupo selecto de escritores, quienes en algún momento fueron acusados de ser
parte de una mafia con contactos secretos con las editoriales, de forma tal que
tuvieran el éxito asegurado. El tiempo demostró que las acusaciones eran
injustas y que la calidad narrativa y estética de Mario Vargas Llosa, Julio
Cortázar, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y compañía, no obedecía a
ninguna estrategia publicitaria, sino que se trataba de un redescubrimiento de
las páginas más notables de la historia del arte.
De: Donoso, José Historia
personal del 'Boom' 1984, Ed. Sudamericana-Planeta
“Nuevo cine” y desarrollismo (1955-1966)
El golpe militar que en 1955 derribó al gobierno de
Perón, lo hizo enarbolando las banderas de la “libertad” y la “democracia,
influenciado por la ideología liberal festejando la derrota del
“totalitarismo”. Muchos hombres de cine, acompañaron el proceso. En la
Argentina, el proyecto de desarrollo capitalista dependiente tuvo a Frondizi
como el máximo exponente, entre 1958 y 1962.
En 1962, Frondizi intentó convertir a su partido en una
fuerza antiperonista para alcanzar la victoria en las elecciones para
gobernador del 18 de marzo, pero el peronismo ganó en Buenos Aires y varias
provincias clave. Presionado por el Ejército, decretó la intervención de la
provincia, pero el gesto no alcanzó. El 29 de marzo de 1962 estalló un nuevo
golpe militar y Frondizi fue derrocado. El presidente del Senado, José María
Guido, asumió el gobierno, quien anuló las elecciones, volvió a proscribir al
peronismo, disolvió el Congreso y convocó a nuevas elecciones limitadas y
controladas por los militares. En esas condiciones se convocaron las elecciones
del 7 de julio de 1963 en las que resultó electo Arturo Umberto Illía, asumiendo
en condiciones de gran debilidad. Para conjurar un nuevo avance peronista, las
fuerzas armadas recurrieron otra vez al golpe en 1966.
Sobre Octavio Getino: http://oktaedrorinkeby.blogspot.com.ar/2012/01/acerca-de-octavio-getino.html
Luego del derrocamiento de Juan Domingo Perón por un movimiento cívico militar pero no necesariamente a consecuencia de esto, se dan una serie de circunstancias que van a terminar gestando la antes mencionada Generación del 60
Este grupo esta compuesto por una serie de individualidades sin un proyecto en común ni bandera que los una, el antecedente formal y estético lo encontramos en Leopoldo Torre Nilsson.
Nilsson estrenó en 1957 La casa del ángel, esta película marca el inicio de una serie de filmes con características particulares en cuanto a lo temático y búsquedas formales, la co autoría con Beatriz Guido genera una serie de producciones que se puede inscribir en lo que ya para ese entonces se denominaba cine de autor.
Sobre Octavio Getino: http://oktaedrorinkeby.blogspot.com.ar/2012/01/acerca-de-octavio-getino.html
Luego del derrocamiento de Juan Domingo Perón por un movimiento cívico militar pero no necesariamente a consecuencia de esto, se dan una serie de circunstancias que van a terminar gestando la antes mencionada Generación del 60
Este grupo esta compuesto por una serie de individualidades sin un proyecto en común ni bandera que los una, el antecedente formal y estético lo encontramos en Leopoldo Torre Nilsson.
Nilsson estrenó en 1957 La casa del ángel, esta película marca el inicio de una serie de filmes con características particulares en cuanto a lo temático y búsquedas formales, la co autoría con Beatriz Guido genera una serie de producciones que se puede inscribir en lo que ya para ese entonces se denominaba cine de autor.
La casa
del ángel (Leopoldo Torre Nilsson, 1957)
El secuestrador (1958); La caída (1959);Fin de Fiesta (1960); La mano en la Trampa; Piel de verano (1961); Homenaje a la hora de la siesta (1962); La terraza (1963); El ojo que espía (1966) y La mafia (1972) entre algunas otras, son todas ellas películas donde la participación de Beatriz Guido se hace presente con una fuerte mirada sobre las temáticas femeninas que en el marco de esta asignatura nos permiten observar un quiebre respecto a la representación simbólica de la mujer, estereotipada y expuesta por el melodrama y la producción realizada hasta ese momento.
La aparición de cine clubes y revistas especializadas que divulgan, discuten y analizan producciones foráneas, luego del derrocamiento de Perón, generan una corriente de intelectuales escritores, periodistas, cineastas, entre otros que van a promover la fundación del Instituto Nacional de Cinematografía a efectos de promover la industria y su protección en el país.
El Fondo Nacional de las Artes creado por ley 1.224/58 tenía como objeto el prestar apoyo económico para fomentar actividades artísticas, literarias y culturales en la Argentina, de ahí la posibilidad de producir sus primeras experiencias de directores como Rodolfo Kuhn, David Kohon
Rodolfo Kuhn - Contracampo (1958)
Pajarito Gómez (1964)
de Rodolfo Kuhn
El amigo (1960)
de Leonardo Favio
Manuel Antín es un autor que interpreta
la literatura de Julio Cortazar y da cuenta de ella a
través de Intimidad de los parques (1965), La
cifra impar (1962) y Circe (1964) desde
una postura absolutamente existencialista explora el tema de lo femenino, de su
psicología y la fragmentación del individuo, utilizando un lenguaje absolutamente
cinematográfico abierto y desestructurado generando un objeto polisémico libre
de interpretación y absolutamente transgresor.
La cifra impar
Interpelación directa.
Los realizadores y teóricos Fernando Solanas y Octavio
Getino, escriben un manifiesto, “El Tercer Cine”, donde
señalan las diferencias entre el cine comercial, o primer cine, el cine de
autor, o segundo cine y el cine revolucionario o tercer cine. El grupo de
realizadores que ellos encabezan se denominó Cine Liberación.
Ejemplo paradigmático: “La hora de los hornos”
(1966-68), de Fernando Solanas y Octavio Getino.
De esta película, realizada en forma de trilogía, sólo tomaremos la primera parte denominada “Neocolonialismo y violencia” (la segunda parte se llama “Acto para la liberación” y la tercera “Violencia y Liberación”) que está dividida en 13 capítulos (la historia, el país, la violencia cotidiana, la oligarquía, el sistema, la dependencia, entre otros). Realizada tomando como eje los recursos del documental, plantea una nueva perspectiva dentro del género. Rasgos que la caracterizan son:
De esta película, realizada en forma de trilogía, sólo tomaremos la primera parte denominada “Neocolonialismo y violencia” (la segunda parte se llama “Acto para la liberación” y la tercera “Violencia y Liberación”) que está dividida en 13 capítulos (la historia, el país, la violencia cotidiana, la oligarquía, el sistema, la dependencia, entre otros). Realizada tomando como eje los recursos del documental, plantea una nueva perspectiva dentro del género. Rasgos que la caracterizan son:
- Tornar
subjetivo un género, que hasta ese entonces era considerado como una
mirada objetiva de la realidad.
- Plantear
un cine de causas, no de efectos, que nos lleve a reconocer el origen de
los motivos mediante los cuales Latinoamérica llegó a la situación actual,
apelando a la historia como lugar de partida para este conocimiento. “…ya
no basta con señalar la existencia de antagonismos y contradicciones en la
sociedad, sino que es preciso orientar hacia el análisis de las
causas…”(2)
- Cine-acción.
Apela al espectador como actor de la lucha social que refleja el film
transformándolo en sujeto histórico.
- Trabaja
sobre la idea de obra abierta, puesto que propicia el diálogo después de
la proyección delineando los perfiles de acción a emprender por los
espectadores devenidos actores sociales.
- Toma
elementos de diverso origen estético y género artístico, dando como
resultado una estética abarcativa, inclusiva, en la que tienen lugar
fragmentos de films de realizadores contemporáneos como ser “Tire Die” de
Fernando Birri o “Faena” de Humberto Ríos.
- Proyecciones
clandestinas en las que los espectadores compartían actividades culturales
además del film en cuestión, generando un clima de igualdad.
La estructura de la que hablábamos se podría definir en este
caso de la siguiente manera:
- Presentación
de la violencia represiva colonizadora;
- Recorrido
histórico explicando las causas veladas por el discurso oficial;
- Incitación
al espectador a rebelarse contra la violencia represiva colonizadora.
El grupo Cine
Liberación plantea desde el film “La hora de los Hornos” una
interpelación directa al espectador. Este cine llamado por algunos panfletario
no deja lugar a dudas en lo que refiere en su mensaje: luchar contra el
neoliberalismo y construir la Patria Grande Latinoamericana.
Busca despertar al espectador de su letargo, agrediéndolo constantemente. Ejemplo de esto es que en las proyecciones clandestinas de los film colgaban un cartel con una frase de Franz Fanon “Todo espectador es un cobarde o un traidor”.
Busca despertar al espectador de su letargo, agrediéndolo constantemente. Ejemplo de esto es que en las proyecciones clandestinas de los film colgaban un cartel con una frase de Franz Fanon “Todo espectador es un cobarde o un traidor”.
La agresión al espectador también pasaba por lo formal del
film, en donde se suceden constantemente carteles que avanzan hacia el
espectador denunciado y develando diferentes sucesos de la historia
latinoamericana callada por la voz oficial.
Una contradicción presente en esta propuesta es que los
espectadores de este cine eran del circuito clandestino, en donde arriesgaban
sus vidas para ver este film. Esto nos habla de personas comprometidas,
“despiertas”, no eran espectadores adictos al sistema.
CINE Y MEDIOS
Al menos parcialmente, se comienzan a dar ciertos hechos
positivos como la ley de fomento a la industria cinematográfica –1959–
y la consecuente creación del Instituto Nacional de Cinematografía,
dirigido por Narciso Machinandiarena, ex dueño de los Estudios San
Miguel, que estimuló el cortometraje , pero con una indecisa política de
exhibición pública que impidió su exhibición en las salas.
Los capitales extranjeros invirtieron en grandes cadenas
de televisión privadas y en la industria automotriz. A
esas nuevas actividades se incorporó la floreciente industria
publicitaria, que afectaría a la producción cinematográfica.
Hacia
los años 60 comienza a vislumbrarse en América Latina cierta tendencia en el
que el cine ensayó una mirada renovadora que se desarrollará en tres vías:
La familia Falcón
Cine Comercial:(estético-burguesas de
Hollywood, por decirlo de alguna manera) o “de la seguridad comercial” es el
que ofrece Daniel Tinayre en aquellos filmes protagonizados
por su mujer, Mirtha Legrand: En la ardiente oscuridad (1959), La
patota (1960), La cigarra no es un bicho (1963). Las
películas de Sonofilm que trabaja sobre éxitos discográficos y
televisivos con Palito Ortega – y sus películas del Club del Clan como Fiebre
de primavera (1965)–, Sandro, Libertad Lamarque, y programas de
televisión que se trasladan a la pantalla grande como Dr. Cándido
Pérez, señoras (1962. Dirección de Emilio Vieyra) o La
familia Falcón (1963. Dirección de Román Viñoly Barreto),
entre varios.
Cine de Autor: que va a ser las características de la conocida como “Generación del ‘60”: los vínculos entre el cine y la literatura Argentina. De formación cineclubista e intelectual, y representan desde una visión personal las concepciones sociales, culturales y artísticas, en general, y cinematográficas en particular. Los jóvenes realizadores coincidían en un mismo y limitado esquema: trasladar a la pantalla, mediante los recursos aprendidos particularmente del cine europeo, el mundo o las ideas nacidas de la experiencia individual, de la clase media porteña, recortada habitualmente del país real por influencia ideológica oligárquica.
- Entre
ellos figuran: José Antonio Martínez Suárez: El
crack (1959), Dar la cara (1961). Simón
Feldman: El negoción(1959), Los de la mesa
diez (1960), René Mugica: El centroforward
murió al amanecer (1960), Hombre de la esquina rosada(1961), El
reñidero (1965), La buena vida (1965), David
José Kohn: Prisioneros de una noche (1960), Tres
veces Ana(1961), Así o de otra manera (1964), Breve
cielo (1968), ¿Qué es el otoño? (1976), Lautaro
Murúa: Shunko (1960), Alias Gardelito (1961). Fernando
Birri: Los inundados (1961). Ricardo
Alventosa: La herencia (1964). Rodolfo Kuhn: Los
jóvenes viejos (1961), Los inconstantes (1962), Pajarito
Gómez, una vida feliz (1964). Nicolás Sarquis: Palo
y hueso (1967). Néstor Paternostro: Mosaico, la vida de
una modelo (1968).
- Dentro
de esta vía podemos ubicar a un grupo realizadores, la mayoría
provenientes de productoras publicitarias que realizaban un cine Experimental
de Vanguardia, que se filiaban con la revolución godardiana
o con otras líneas del nuevo cine francés, películas como The
players vs. Ángeles caídos de Fischerman, Puntos
suspensivos de Cozarinsky o Invasión de Hugo
Santiago. Es decir que estos cineastas, no desconocían las experiencias
que se estaban haciendo en el mundo: Bertolucci, La estrategia de
la araña, El conformista , Jean Marie Straub que había
filmado El diario de Ana Magdalena Bach. Ya habían visto
algunas experiencias a través del Instituto Di Tella, del cine underground
americano: “Shadows” de John Cassavettes (1961); “ Made
in USA ” de Jean Godard (1967) y gran parte de la obra de Jonas
Meckas.
- Cine
Militante: como en el compromiso político con los
cambios que se iban gestando en el país y que, pretendía mostrar una
lectura histórica de la sociedad que se enmarcara en un acto de denuncia,
para instruir, sensibilizar y sublevar al espectador. Con compromiso
político con los cambios que se iban gestando en el país. Grupo
Cine de Liberación, Cine de la Base y el Grupo Nuevo Cine.
Este
es el romance de Leonardo Favio
Fuad Jorge Jury (Las
Catitas, 28 de mayo de 1938 - Buenos Aires, 5 de noviembre de 2012), más
conocido por su sobrenombre artístico Leonardo Favio, fue un
productor y director cinematográfico, guionista, compositor, cantante y actor
argentino.
A cinco años de su muerte.
"Hoy yo quiero a
todo el mundo y el mundo me quiere a mí", reza una canción de
Favio. Ese estado de ánimo, amoroso y sentido, es algo que recorre toda la vida
y obra de este personaje único, que habitó los mundos del cine y la música de
Argentina. Su mirada aguda sobre los problemas individuales, que se elevan por
decantación a lo social, y la reconstrucción de mitos populares como sostén de
pensamiento, dan cuenta de un hombre preocupado por su entorno y su país.
Personajes como Juan Moreira o Gatica, recuperan lo popular como esencia, como
base para entender lo que pasa con aquellos que creemos periféricos
o marginales. La idea de civilizados contra bárbaros que hoy se entiende
como "grieta" es algo que se hace recurrente en las películas de
Favio, pero nunca mostrándose como algo binario y burdo sino todo lo contrario:
los matices y las miserias de un lado y otro cuentan y dan forma. Hay algo
en cada hombre o mujer de sus historias que es querible y repudiable a la vez.
Un buen ejemplo es la dupla de "Soñar, soñar" (una triste historia de
1976 que termina con dos pobres diablos en la cárcel por querer "ser
artistas") donde uno como espectador se dirime entre odiar o amar a
ese par de tontos sinvergüenzas. Lo mismo sucede con Aniceto o el Sr.
González que son extremadamente bellos y miserables a la vez. Eso sí, todos los
protagonistas de Favio son errantes. Ninguno puede establecerse seriamente o
tener un lugar al que remitir. Están condenados a vagar por una vida repleta de
peleas y angustia. Tal vez, todos esos personajes representen una buena parte
de la vida de este director, que nació en la miseria, creció rozando la
delincuencia y en su adultez -y debido a su militancia- tuvo que exiliarse por
casi diez años.
Intentamos desde nuestro
espacio de todos los jueves, revindicar y pensar a este hombre que,
generalmente, ha sido pensado como "un peronista que hacía cine"
o bien "un populista". Creemos que es mucho más que eso. Detrás de
esa bandana que adornaba su cabeza y esos ojos encapotados, había un cineasta
preocupado y sentido que siempre se la jugó por narraciones intensas con
personajes complejos y difíciles. Es por eso que nos pasamos más de dos horas
charlando con Anabella Bustos -docente de la materia Historia Analítica de los
Medios Argentinos y Latinoamericanos en Diseño de Imagen y Sonido de FADU UBA-
intentando reencontrarnos con lo importante en Favio. Esperamos que lo puedan
disfrutar y que les de ganas de ver una de sus obras.
Para bajar al programa,
click aquí.
http://ar.ivoox.com/es/bso-programa-132-27-10-2016-audios-mp3_rf_13529712_1.html?autoplay=true
http://ar.ivoox.com/es/bso-programa-132-27-10-2016-audios-mp3_rf_13529712_1.html?autoplay=true
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